En torno a la Asamblea General de la OEA hubo de todo como en botica. Se produjo una guerra verbal entre la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice y el canciller venezolano Nicolás Maduro, por el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV).
Rice propuso que la OEA mande una comisión a Venezuela para investigar el antidemocrático cierre de RCTV. Un Maduro desafiante alegó que también se debe mandar una misión para inspeccionar las cárceles de Guantánamo, donde hay 380 prisioneros.
Tras el fuerte intercambio de palabras, Condoleezza Rice salió intempestivamente.
Mientras, en las afueras de Atlapa los periodistas panameños y un grupo de venezolanos se manifestaron contra la medida del mandatario Hugo Chávez. En el otro extremo, los grupos de la izquierda local gritaban toda clase de consignas contra Estados Unidos y sus aliados y procedieron a quemar banderas y un muñeco que simbolizaba a George Bush.
La Asamblea cierra con la Declaración de Panamá, que incluye un pronunciamiento sobre la energía para el desarrollo sostenible, la consolidación de los procesos democráticos, el sistema interamericano de los derechos humanos y asuntos migratorios.