Aunque Taiwan fue forzada a salir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1972, nunca ha estado ausente o ha perdido el interés en los asuntos médicos y de salud internacionales. Ni siquiera la eterna supresión arbitraria por parte de China continental ha logrado limitar las acciones de Taiwan para participar en las actividades internacionales de salud en los últimos años. Todos los sectores de la sociedad en Taiwan siguen comprometidos con los esfuerzos de la nación para alcanzar no sólo el estatus de observadora en la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) sino también la membresía en la OMS con el nombre de "Taiwan" para participar activamente en las reuniones técnicas y contribuir a la atención de salud a nivel mundial.
La OMS ha revisado el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que será implementado por todos sus miembros en julio de 2007. Todas las naciones tienen el deber de participar en la cooperación internacional en materia de salud. Taiwan es un miembro de la aldea global que se encuentra en posición para compartir sus recursos de salud con la comunidad internacional. Por lo tanto, Taiwan desea apoyar los esfuerzos mundiales para alcanzar las metas de las Naciones Unidas y la OMS de asistir a los desaventajados y desamparados.
En los últimos años, equipos médicos de Taiwan han viajado al exterior, trabajando con personal de salud local en una carrera contra el tiempo para ofrecer eficiente atención de salud y proteger los derechos de salud básicos de la población local en tiempos de desastre y emergencia médica. Ejemplos de tales acciones incluyen la asistencia médica a las víctimas del maremoto en Asia del Sur; la participación en un programa de erradicación de la poliomielitis en Gambia; la implementación de medidas para prevenir el SIDA en Malawi; la expansión de las instalaciones médicas en Suazilandia; el control del cólera y la malaria en Santo Tomé y Príncipe; la ayuda para controlar la Fiebre del Valle del Rift en los campos de refugiados kenianos cerca de Somalia; y más recientemente, el socorro médico para los damnificados de un terremoto en la isla de Sumatra, Indonesia.
Reforzar la seguridad de la salud global hoy podría prevenir en forma efectiva una crisis mundial que puede surgir de una pandemia de la gripe aviar. El primer paso hacia el establecimiento de una red internacional de seguridad de salud es asegurar que todos los países y áreas sean integrados en un sistema de salud global y desarrollar un fuerte sistema de salud común para toda la humanidad. Si la gripe aviar surgiera en áreas internacionalmente ignoradas como Taiwan, el Norte de Chipre o el Sahara Occidental, el RSI sería inadecuado para lograr una cooperación eficiente y sustantiva entre los expertos de salud del mundo.