En los últimos meses diversos grupos que han protestado para exigir alguna solución al gobierno, tratan de condicionar su apoyo al proyecto del Tercer Juego de Esclusas a una respuesta favorable a sus reclamos particulares o de grupo.
Primero fueron los transportistas y más recientemente un grupo de desempleados de la provincia de Colón.
En palabras sencillas, esa exigencia no es más que un chantaje. La ampliación de la vía acuática no puede ni debe estar condicionada a las alternativas que pueda adoptar cualquier gobierno frente a los reclamos que no guardan relación con esa temática.
El voto favorable o negativo al proyecto debe fundamentarse en el criterio de que la obra es beneficiosa o no para el país.
Sería irresponsable votar Sí o votar No, porque el gobierno acoge o no los reclamos en torno al tema de los precios del combustible que usa el transporte colectivo; o dependiendo de la expedición de becas para los desempleados de Colón o el rechazo de esa exigencia.
Como panameños debemos ser más responsables y no perder el bosque por contemplar los árboles. Estamos frente al principal proyecto que realiza el país en toda su historia, razón por la cual resulta infantil que se pretenda chantajear con ese tema.
El que vote en contra de la ampliación debe ser fundamentado en su creencia particular de que el proyecto no es necesario y existen otras opciones menos costosas para el Canal, pero no porque el gobierno no le concede una plaza de empleo o por los altos precios de la gasolina.
La población debe entender que hay temas cuya decisión merecen un análisis profundo para no adoptar decisiones conforme al humor y las necesidades del momento.