Como aquel ratón del famoso libro ¿Quién se comió mi queso? el panameño Juan Bonilla, decidió dejar el país donde el queso, en este caso el trabajo, era escaso y volar a tierra de los sueños para cumplir su gran meta "representar a los más famosos de Hollywood".
Y es que con sólo 17 años de edad y un bachiller del Instituto Justo Arosemena, el futuro promotor de artistas, llega a Estados Unidos a la Universidad de Berkeley , en California; poco después cambia de rumbo y se matricula en la Universidad Golden Gate en San Francisco donde obtiene el título de "Hotel, Restaurant and Institutional Manager".
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Según Juan Bonilla lo que lo dió a conocer en el mundo de Hollywood y de los artistas fue el principio de su carrera, cuando empezó a trabajar en el Delano Hotel, el primer boutique hotel en los Estados Unidos. Su primer reto fue contactar a Madonna para que fuera dueña de la tercera parte del Restaurante y bebidas.
Asegura que se ha convertido en la única persona en Estados Unidos y en el mundo con estos contactos. Es más, es el único latino con en el mundo que ha tenido la oportunidad de trabajar con con artistas de renombre como lo son: Liza Minelly, Jack Nicholson, Catherine Zeta Jones, Jennifer López, los hermanos La Toya, Michael y Janeth Jackson, Britney Spears, Cristina Aguilera, Beyonce, Puff Daddy, Queen Latifah, Celine Dion, Gloria Estefan entre otros grandes.
EN TODO Y CON TODO
La suerte le sonrió a este humilde panameño quien ha caminado por la alfombra roja de Premio Lo Nuestro, Biltmore, MTV Latino, MTV Americano, Los Grammys y los Oscars. También en todos los Fashion Week en Londres, New York y Miami.
Otros de sus grandes éxitos, es su nueva compañía de Relaciones públicas, llamada EME -Entertaiment Marketing Event, con oficinas en Miami, Liconln Road y México.
NADA ES DIFICIL
Comentó a Crítica, el representante de Los Jackson, Patricia Velásquez, Alejandro Fernández, Eva Méndez, Beyonce entre otros, que nada en el mundo es fácil, solo tiene que organizarte y ponerte metas, las que debes luchar por conseguir.
"Considero que lo mio es un sueño, no de los llamados Latinos que vienen en busca de ese sueño a los Estados Unidos, el mío es uno en el que yo mismo puse la meta e hice hasta lo imposible para llegar al punto clave, y este triunfo de 10 años se lo debo a Jesucristo", finalizó.