Yovana Batista, de 30 años, acabó con su vida tomándose un poco del insecticida "Nudrin", producto altamente tóxico.
Al parecer, en la última semana la joven había estado inquieta por problemas familiares, económicos y hasta su asistencia al trabajo había sido irregular.
El martes pasado no fue al trabajo, pero hizo llamadas a sus compañeros de la farmacia del Hospital El Vigía, donde laboraba, para despedirse diciéndoles que no volvería a trabajar sin decirles las razones.
Pasada las 4:00 p.m. del martes, el Cuerpo de Bomberos de La Villa de Los Santos recibió una llamada informando del suicidio.
Batista dejó en orfandad a un menor de cuatro años. Vivía su la madre muy cerca de la escuela primaria Nicanor Villalaz.