Como quien mete el dedo en la llaga, con voz entrecortada y de desesperanza, la señora Romelia De la Cruz, madre de cinco niños, arrojó ayer lunes una pregunta a los periodistas: "¿Me van a ayudar?". Los comunicadores sociales atendían un llamado de auxilio, anónimo.
Su casa, la Nº 252, ubicada en el Sector 6 de la barriada Arnulfo Arias, en Pacora, estaba anegada de agua, tanto adentro como afuera, situación que causaba la sensación de estar en un pantano.
Los niños de 2, 4, 8 12 y 17 años, respectivamente estaban dentro de la escuálida estructura con techo. Tenían los pies hundidos en un charco y las miradas perdidas. El cuadro escénico era conmovedor. Parecían criaturas condenadas a vivir sus años prematuramente.
Entre los problemas que saltaban a la vista en la casa de Romelia, se encuentra la falta de electricidad y agua potable para beber, sumado a la pobreza y falta de dinero para sostener a sus hijos.
La mujer de 40 años explicó que siempre que cae la lluvia, su morada queda inundada.
Con las autoridades del lugar se ha hablado, pero hasta ahora no ha recibido respuesta a sus necesidades, sostuvo De la Cruz, quien tiene 14 años de vivir en Pacora.
Por no decir nula, habló de poca, con respecto a la ayuda que recibe, quien contó que sus hermanos a veces ponen algo para la paila. Rolando Bustamante, padre de los hijos de Romelia, los abandonó.