Al menos 34 muertos dejó una rebelión de tres días en una cárcel de Río de Janeiro y la policía dijo que la mayoría de los fallecimientos fue producto de choques entre bandas rivales.
"Todavía no logramos entrar en todas las celdas y alas (de la cárcel), algunas estaban cerradas y estaba muy oscuro, pero el número de muertos puede ser mayor", dijo un policía en la Casa de Custodia de Benfica.
La rebelión en la cárcel, que alberga a unos 800 reos, se inició el sábado y se extendió hasta tarde en la noche del lunes, cuando los amotinados se rindieron tras intensas negociaciones.
El diputado Geraldo Moreira, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro, quien participó de las negociaciones, dijo que vio algunos cuerpos quemados y otros degollados.