Cada año reaparece un ejercito de missiologos que creen saberlo todo y se atreven a pronosticar hasta el nombre de la ganadora. Ese fue el pan nuestro de cada día durante el concurso el año pasado . Con todo respeto me atrevo a decir, sin ser misiólogo, que este año Panamá ya es ganadora y no sólo por haber logrado el título a mejor fantasía, sino por que el pueblo ecuatoriano ha visto una mujer segura, amable, cariñosa e inteligente que representa a los panameños. Y la que muchos de ellos consideran como una reina.
Y eso ya es un triunfo del que se deben tomar las pautas a considerar por los organizadores en Panamá, para que cada año salga una Jessica que nos llene de orgullo, no solo por la belleza sino por la inteligencia y el don de gente. Suerte Jessica.