Dos tantos de Fernando Torres, el segundo de penalti, sirvieron al Atlético de Madrid para llevarse la victoria en Tarragona (0-2), ante un rival que antes de saltar al terreno de juego ya era equipo de segunda división tras el triunfo del Athlétic de Bilbao sobre el Mallorca.
Los jugadores de Javier Aguirre no tuvieron que firmar un fútbol vistoso frente a un rival colapsado, que no jugó peor que los madrileños, pero que estuvo negado en ataque.
Empezar un partido siendo ya equipo de segunda no afectó en el ánimo del equipo de Paco Flores, ni tan siquiera después de que prácticamente en la primera aproximación del Atlético de Madrid, Fernando Torres marcara.
Y no le afecta porque el Tarragona ya tenía asumido que el destino del equipo era la Segunda División. Es más, al término de la desastrosa primera vuelta, los rojillos ya estaban camino del abismo y sólo algunos resultados positivos les habían alejado de su fatal destino.
La salida del Atlético de Madrid fue fulgurante. Una primera aproximación en la que Fernando Torres no aprovechó un rechace del portero y una segunda en la que el capitán madrileño marcó. El Niño rubricó un magnífico pase interior de Maxi Rodríguez, quien fue la pareja atacante del nueve del Atlético, y batió a Rubén por bajo.
Con 0-1 y sólo 11 minutos jugados, el mundo se le podía venir abajo al Nástic, pero no fue así, a pesar de que el Atlético jugaba como le gustaba, a la contra, con muchos espacios para que Torres y Maxi camparan a sus anchas.