Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos al lunes, inicio de semana, con algo de tristeza, pues la ciudad capital se ha quedado sin estadios para jugar al béisbol.
Es triste que una liga tan poderosa, fuerte y de gran tradición como Panamá Metro viva en carne propia la ausencia de un coliseo para realizar sus ligas.
El sábado en el estadio Tomás Muñoz de Betania jugó la Payito Paredes, una liga por tradición que antes se efectuaba en Cabo Verde, en el viejo Juan Demóstenes Arosemena.
El descuidado estadio Tomás Muñoz es ahora el fuerte de todos los peloteros. Allí se congregan diariamente para jugar y entrenar.
Las puertas del coloso de Cabo Verde han cerrado y no se sabe por cuánto tiempo. Qué hace el gobierno, qué piensa hacer y qué solución tenemos a mano.
En el estadio nacional Rod Carew no se puede jugar, ahora el equipo mayor entrena con dificultades en el terreno. Luego viene la juvenil y al final regresa el mayor, camino al mundial de Taiwán. ¡Copado!
Mientras eso pasa, el JDA sigue cerrado, casi destinado al abandono completo. La cruda realidad es que no tenemos estadios para el béisbol y mientras eso pasa, el hampa sigue sumando adeptos y la pelota perdiendo unidades valiosas.
¿NUESTRO GOBIERNO?
¿Alguién sabe algo de ellos?
Es una urgencia notoria, casi increíble de creer, que no haya un estadio de pelota apto para los nuestros en la capital. Mientras eso pasa, Colón espera pacientemente por su estadio remodelado. (Con trabajos demorados). Veraguas debe haber iniciado su nueva fantasía y Herrera tiene una promesa de remodelación.
Señores, todos sabemos de los grandes recursos heredados en tierras revertidas de la Zona del Canal. Estadios sin uso y algunos con destino incierto.
¡ALARMA!
Es un asunto serio y sería prudente una comunicación del Instituto Nacional de Deportes.
¡Caos en la pelota panameña!
Muchos planes, muchos planos, mucha ciudad deportiva y el rey de los deportes, sin estadio en la capital.
¡Viva el béisbol!