Nuevo documentos desclasificados por Estados Unidos confirman que el gobierno de Richard Nixon ayudó a derrocar al presidente de Chile, Salvador Allende.
"Nuestra mano no se muestra en este caso", dijo Nixon a su Consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe encabezado por el general Augusto Pinochet.
"Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos... a crear las condiciones de la mejor forma posible", respondió Kissinger. "Correcto", dijo Nixon, quien calificó al gobierno de Allende como "un gobierno anti-estadounidense".
Esa misma semana Kissinger negó ante el Senado que EU estuviera vinculado al golpe.
Sin embargo, según Peter Kornbluh, el analista especializado en Chile del Archivo de Seguridad Nacional que descubrió el documento, se trata de "una prueba contundente, en palabras del propio Kissinger, de que Nixon contribuyó a crear un clima favorable que hizo posible el golpe militar del 11 de septiembre de 1973".