Mordió la mano, de quien le dio de comer. Eso fue lo que hizo un peruano con una colombiana, en Juan Díaz, ciudad de Panamá.
Alicia Del Carmen Pérez, es una colombiana de 63 años que llegó a Panamá el 28 de mayo de 2003, y a pocas horas de cumplir un año en este país, su destino dio un giro violento.
En la parrillada "Lisery", en Llano Bonito, Juan Díaz, frente al Tabernáculo de la Fe, Alicia trabaja como administradora. Hace un par de semanas recibió la visita de un amigo peruano que le pidió trabajo. En ese entonces, ella le dijo que no había vacante, pero que si él deseaba podría hacer limpieza en el local y a cambio le daría la comida.
Aparentemente el hombre aceptó, y durante unos días se ganó la alimentación como Dios manda: con el sudor de su frente.Se le metió el diablo
La supuesta buena voluntad del hombre terminó la tarde del pasado miércoles 26 de mayo, cuando a las 3:15 se presentó en la parrillada y parecía que llevaba el diablo por dentro: le entró a patadas y puñetes a la mujer hasta dejarla llena de moretones y con el pómulo de uno de sus ojos con notoria protuberancia. La noqueó, la amordazó, le amarró las manos y las piernas, comió todo lo que se le antojó, empacó un televisor, una radio grabadora, tomó unos B.300.00 del local, cerró bien la puerta y se fue con todo.El aviso
Eran las 6:30 de la mañana de ayer jueves cuando la Policía Nacional recibió una llamada anónima que informaba acerca de una mujer amordazada en la parrillada en referencia. Las unidades llegaron al sitio indicado y encontraron a una señora no amordazada, pero sí atada de piernas y manos. La condujeron a la Policlínica JJ Vallarino, pero por lo delicado de su estado físico, la trasladaron en estado de shock al Hospital Santo Tomás, donde le practicaron ultrasonidos y demás pruebas médicas.El testimonio
Cuando la mujer pudo hablar, contó a la Policía todo lo que le había ocurrido. Las autoridades andan tras la búsqueda del sujeto.