Cuba volvió a arremete contra el presidente de EE.UU., George W. Bush, y afirmó que Washington se encuentra en "conteo de protección" para dar explicaciones sobre presuntas actividades ilegales de sus diplomáticos en La Habana.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, emplazó a Bush y a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a responder sobre las acusaciones de que diplomáticos estadounidenses en La Habana sirvieron de correos para entregar a disidentes dinero de un anticastrista de Miami tildado de terrorista.
"Esto es un conteo de protección. Ellos sabrán qué hacer. No debe subestimarse la gravedad de los hechos denunciados", señaló el ministro al pedir que Washington tome medidas respecto a los diplomáticos involucrados, incluido el jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana (SINA), Michael Parmly.
"Deben responder. Tenemos derecho a saber", insistió el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.