Los campesinos no esperaban la visita. De la nada apareció el helicóptero presidencial y el propio mandatario Martín Torrijos sin escoltas mediáticas, ni un séquito de funcionarios se reunió con decenas de campesinos de esta comunidad de la Provincia de Coclé que a aún se repone de las inundaciones del año pasado.
Desde el aire se observa una carretera aún en su fase de corte que para los residentes de Las Marías les recortará las distancia, mientras comentan sorprendidos al mandatario que era la primera vez que un Presidente visitaba la zona.
En medio de la lluvia, el lodo y la modestia campesina, Torrijos me sorprendió porque se entabló en un diálogo donde escuchó reclamos en un cabildo improvisado.
Los campesinos tienen una visión de la realidad totalmente distinta a la de los centros urbanos donde en la mayoría de los casos las obras públicas y las acciones gubernamentales son envueltas en telarañas políticas que en nada resuelve los problemas de la gente.
La responsabilidad de los políticos tiene un ingrediente ineludible: escuchar al pueblo.
Es por ello que me sorprendió la naturalidad de las campesinas de las Tres Marías, descalzas, con los pies llenos de lodo, sin las uñas acrílicas de algunas diputadas y mujeres encopetadas o políticos en posiciones privilegiadas que critican los planes de asistencia social pública y hasta piden que se eliminen.
La Red de Oportunidades, los Bonos del SENAPAN, los programas de Nutrición Escolar y los alimentos que distribuye el Fondo de Inversión Social, los huertos de Zambo , la galleta nutricional y el vaso de leche del Ministerio de Educación, los PRODEC con fondos del Canal, son necesarios y garantizan a miles de panameños oportunidades que la realidad económica del país no han permitido en los últimos cien años.