Los combates en el campamento de refugiados palestinos de Nahar al Bared, en Trípoli, viven un momento de calma relativa tras el alto el fuego decretado por el grupo extremista suní Fatah al-Islam para permitir la ayuda humanitaria.
Tras tres días de combates la entrada en vigor del alto el fuego a primera hora de la tarde ha permitido la entrada de un convoy de la ONU en el campamento para ofrecer ayuda humanitaria a los civiles que se han quedado atrapados por los combates que estallaron el pasado domingo.
Durante su incursión, la caravana de ayuda de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, fue objeto de un ataque en el que al menos tres civiles murieron en la operación.