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En 1981, el Banco Nacional otorgó un préstamo a la SICOTRAC para la compra de 69 autobuses y todavía las deudas se mantienen.  |
El Banco Nacional de Panamá (BNP) aprobó prestarle B/.30 millones a los transportistas para renovar la flota de autobuses que sirven en el área metropolitana, pero la experiencia estatal para ese tipo de financiamiento genera preocupación.
A finales de la década del cuarenta fueron importados a Panamá 300 busitos, de los que apenas hoy operan tres en el área de la antigua Zona del Canal.
Eran autobuses GMC (General Motors Company) con capacidad para 16 personas, que desde 1949 recorrían las rutas Plaza 5 de Mayo-Corozal-Diablo. Paralelamente a éstos operaban en la ruta de San Francisco y el hospital Santo Tomás, las conocidas "chivitas" con asientos en la que los pasajeros iban sentados frente a frente.
A principios del año 1972, el general Omar Torrijos adquirió en España los famosos buses Pegaso, que fueron distribuidos a la Corporación Unica de Transporte (CUTSA) y la Cooperativa Metropolitana de Transporte (COOMETRAP).
Al cabo de los años, esos autobuses quedaron abandonados en un "cementerio" de chatarras que poseía CUTSA, en Las Mañanitas de Tocumen. Al final, el gobierno tuvo que enfrentar la deuda por B/.15.3 millones, que originó la nefasta transacción.
En 1981, el Banco Nacional otorgó un préstamo a la SICOTRAC para la compra de 69 autobuses y todavía las deudas se mantienen.
.En la década del setenta surgieron también los llamados "diablos rojos" y actualmente circulan autobuses de uso colegial en Estados Unidos que son transformados para ser utilizados en el transporte colectivo de pasajeros.
Esos transportes ya tienen entre 8 y 10 años de servicio. Se rematan por paquetes de 10 a 15 en ciudades como Indiana, Detroit, Nueva York, Miami y Jacksonville. En Panamá después de transformarlos se venden a 20 mil dólares.
Hace varios años, el SICOTRAC también logró financiamiento del Banco Nacional para comprar 50 autobuses de marca "Perkins" de fabricación mejicana. Para amortizar el costo se acordó que cada transportista pagaría B/.100 diarios, pero la operación fue un fracaso.
En los últimos días han ingresado 106 autobuses por la compañía Hyundai Motor Company, a un costo aproximado a los $10 millones. Los autobuses fueron comprados por la empresa RORI, S.A., cuyo presidente es el veterano transportista Gerard Willharden y la Unión de Transportistas de Torrijos-Carter. La empresa que colocó los autobuses es presidida por Janet Poll. |
