Luego de unos tragos este ciudadano creyó que lo sabia todo ya que no paraba de gritar incoherencias.
Personas que transitaban por los alrededores del Hospital Santo Tomás, a eso de las 8: 40 de la noche del pasado miércoles, se asustaron, pensado que dejaría de gritar para agredirlos, por ello lo denunciaron con los uniformados.
El sujeto que no se acordaba ni de su nombre, se apoyó en los policías y fue directo a la Sala de Guardia del Hospital Santo Tomás, donde trataron de ayudarlo.
Al pisar el hospital el hombre comenzó a gritar "No estaba muerto, sino de parranda".
Los ojos se le cerraban del sueño.