Las expresiones corporales de una persona son mucho más profundas que una palabra. La boca, por ejemplo, describe varios tipos de sentimientos: odio, enojo, tristeza, hipocresía, temor y desesperación.
En este país, latino por cierto, los ciudadanos tienden mucho a gritar y hacer gestos en cada conversación. En las clases populares, las chicas se golpean muchos las piernas para expresar con mayor fuerza el diálogo que llevan a cabo. Esta es una muestra también de fortaleza. Ellas se venden como malas; en cambio, cuando se analiza el comportamiento de un individuo en una oficina privada o pública los gestos son algo más reservados, pero con igual profundidad.
Hay personas que miran sin profundidad y mueven sus labios de una forma que demuestran que no están contentos en el lugar donde se encuentran. Sin saberlo, dicen: "Estar aquí aburre".
Los estudiosos de las expresiones corporales han coincidido en señalar que a las personas se les conoce más por su comportamiento que por lo que expresan.
La hipocresía, por ejemplo, salta a relucir fácilmente en un lenguaje de señas. La persona no tiene que decir absolutamente nada para ser descubierto.
Muchos compañeros de trabajo que por años se han manejado conservadoramente se terminan de conocer cuando se encuentran en el pasillo y se saludan sin palabras.
El panameño tiene que entender que lo mejor que puede haber en esta vida es ser uno mismo siempre. No hay que ocultar el yo real bajo la máscara de una sonrisa falsa, porque es fácil de detectar.
Estimado amigo, si usted tiende a expresar verbalmente que estima a un amigo y con su lenguaje corporal dice lo contrario, desde hoy comience a tener un solo lenguaje. No sea incoherente en su diálogo. No tenga un doble discurso please.