Sugaring es la forma más dulce de depilarse en casa. Este sistema es eficaz, limpio y fácil porque es soluble en agua. Es hipoalérgico e ideal para la piel sensible y con él se evita la irritación, porque la goma del azúcar queda adherida al vello y no a la piel.
Este secreto depilatorio nos llega desde los países árabes. Para hacerlo en casa sólo hacen falta estos ingredientes comunes: agua, azúcar y limón. Esta mezcla se calienta a fuego lento hasta formar un líquido almibarado. Se extiende sobre la zona a depilar, a continuación se quita de un tirón en dirección opuesta a la del vello. El resultado es una piel suave. Eso sí, conviene tener los vellos cortitos.