Una riña entre miembros de una misma familia, pero de diferentes partidos, casi termina en tragedia en Atalaya.
Camelia Gil dijo que tres personas identificadas intentaron introducirse en su casa, con la intensión de ultimar a los que permanecían descansando -todos miembros del Molirena- que habían sostenido horas antes una fuerte discusión política con otros residentes.
Las ventanas de las casas fueron destruidas así como varios muebles. Las verjas y puertas de hierro impidieron el ingreso de los atacantes.