Respecto de la conexión USA-Colombia-Panamá, veámoslo de la siguiente manera... Los gringos tienen un "Plan Colombia" que todavía -pareciera- que no han podido implementar como fue concebido, a pesar de la anuencia reiterada del actual presidente colombiano, Su Excelencia, Don Alvaro Uribe. Los panameños, por otra parte, respecto de ese "plan", parecemos espantapájaros con los brazos abiertos para recibir cuanto plan gringo o colombiano, donde para estos últimos les resulta fácil abrir cualquier cantidad de lavanderías -no necesariamente de ropa- muchas de las cuales están parapetadas como cualquiera de los negocios ya mencionados. Pero como no hay que creer todo lo que se ve, ni todo lo que se escucha, estos "aliados para el mal" no son si nos los que, interactuando con sus muy particulares intereses, se esfuerzan por mantener el "status quo" de su respectiva política exterior, no para combatir el "flagelo" (¿?) de las drogas, sino -vaya cinismo- -¡para mantenerlo vigente!
El pueblo colombiano, como el panameño, no somos gente de pleitos ni de conflictos baladíes. Nos identificamos; eso sí, hermanados con nuestra música pegajosa y contagiosa, nuestra espontánea alegría, y todo aquello que hace de estos dos pueblos hermanos de brega.
Pero, díganme ustedes, amables lectores, si desapareciera la producción, tráfico y consumo de drogas, e igualmente, si se suspendiera la fabricación y tráfico clandestino de armas, -cómo queda la DEA y sus miles de agentes diseminados por el mundo, inclusive los apostados aquí en Panamá? Además, ¿quién le va a dar empleo a los cientos de miles que quedarán cesantes cuando se cierran las fábricas de armas? Esta realidad, simple como aquí se ha planteado, es el círculo socialmente vicioso; políticamente pernicioso y moralmente vergonzoso a que estamos enfrentados. Ahora ya sabemos en qué áreas Panamá se está "colombianizando" (el blanqueo es tal que ya son pocos los negros que van quedando), y ya sabemos también cual es la conexión USA-Colombia-Panamá (dólares, dólares, dólares..). ¡Au Revoir!