El embajador cubano en México, Jorge Bolaños, abandonó el país el martes, horas antes de que venciera el plazo fijado por el gobierno del presidente Vicente Fox para que dejara el territorio mexicano, tras acusaciones de interferencia de Cuba en asuntos internos.
México anunció el domingo el retiro de su embajadora en La Habana y también solicitó que el gobierno del presidente Fidel Castro retirara a su embajador en un plazo de 48 horas.
Las relaciones entre ambos países continuarán sólo a nivel de encargados de negocios, dijo el gobierno mexicano.
"El pueblo cubano y el pueblo mexicano serán los jueces", dijo el embajador Bolaños al llegar al aeropuerto tras abandonar la residencia de Cuba en la exclusiva zona de Lomas de Chapultepec, en la capital mexicana.
Bolaños despegó en el vuelo 131 de Cubana de Aviación rumbo a La Habana aproximadamente a las 8.40 hora local (1340 GMT). Una veintena de personas fueron a despedir a embajador al aeropuerto, portando pequeñas banderas de Cuba.
"OPORTUNA RESPUESTA"
El canciller de México, Luis Ernesto Derbez, aseguró que mantiene una "relación abierta" con Cuba, pero el gobierno de la isla reaccionó afirmando que dará "oportuna respuesta" a "este nuevo acto contra Cuba", según una nota de la cancillería cubana que también habló de "prepotencia" de México.
En la celebración del Día del Trabajo, el sábado, Castro lamentó que "el prestigio e influencia" ganados por México con su política exterior de no intervención "hayan sido convertidos en cenizas", en un claro reproche por el voto mexicano sobre derechos humanos en contra de Cuba en la ONU.
Autoridades mexicanas han dicho que dos funcionarios del gobierno cubano que estuvieron en México en abril -José Antonio Arbesú y Pedro Lobaina- realizaron actividades "fuera del marco institucional".
El gobierno mexicano había reclamado el jueves a La Habana por insinuaciones sobre la connotación política en el caso de Ahumada.