La pregunta que aparece en el título del artículo ha sido la interrogante más directa sobre la percepción popular por la ampliación del Canal Interoceánico. Y puede que tenga toda la razón. Por espacio de un siglo, nuestro país vivió con la Zona del Canal, un cuasi-país habitado por colonos norteamericanos que crearon un sistema social diferente. La bandera panameña no se izó hasta 1964 en ese territorio y desde aquel lugar miraban nuestro ojos en busca de un sueño: la reivindicación soberana y total sobre esa franja territorial.
El 31 de diciembre de 1999, la ruta interoceánica fue entregada a nuestro pueblo, el cual creyó que ahora sí nos beneficiaríamos de los frutos del comercio mundial. Que equivocamos estábamos.
Desde el año 2000 hasta la fecha, la vía acuática ha devengado al fisco panameño dineros cercanos a los 1, 200 millones de dólares, producto de sus ganancias, pero el Estado ha distribuido ese monto en otras áreas que la población no lo percibe. Aunque el presidente Martín Torrijos colocó un impuesto por cada contenedor y carga que pasa por el canal, todavía la gente desconfía de esta empresa.
El anuncio de la ampliación del canal y la construcción del Tercer Juego de Esclusas llega en un mal momento, pues el desempleo campea, hay un incremento en el costo de la vida, subió el combustible y se encareció la energía eléctrica.
Volvemos a reiterar que tanto el Gobierno de turno como la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) deben ser más abiertos para debatir el asunto de la necesidad de construir las nuevas esclusas. También se necesitan medir las palabras para que las mismas no suenen tan altisonantes y polémicas, que lo único que hacen es dar más fertilizante a las semillas que apoyan el "NO" a la ampliación.
Pedimos a la ACP que también enfoque sus esfuerzos en promover la ampliación canalera en los medios internacionales televisivos. Muchos empresarios e inversionistas en el Lejano Oriente asiático, la Unión Europea, Rusia, Estados Unidos y en Sudamérica esperan ver los avances de nuestro país en las mejoras al canal.
Pero hay un detalle muy importante que debemos aclarar. El canal es de todos los panameños y no pertenece exclusivamente a la directiva de la ACP, a Martín Torrijos, a los empresarios interesados o los partidos políticos. Es el patrimonio más importante del Istmo y el recurso geográfico clave para el desarrollo económico del país.
Ese lema de "Pro Mundi Beneficio", no debe ser solamente para que las navieras foráneas saquen provecho del Canal y del Istmo. Aquel polémico eslogan acuñado por nuestros próceres significaba que la posición geográfica que poseemos tiene que permitir que todos los habitantes de Panamá logren dividendos por la vía acuática.
La ampliación del Canal es necesaria para el país. No debemos esperar que la competencia de México y Nicaragua nos quiten el servicio estratégico que prestamos, sólo por tenemos diferencias ideológicas y políticas.
Eso sí. Pedimos a la ACP y al Gobierno tolerancia a las opiniones contrarias. Expliquen bien las razones a favor de la ampliación, en especial la generación de 40, 000 empleos directos e indirectos por las obras, es que lo que le interesa a la población.