Benedicto XVI se desplazó desde el Vaticano al popular santuario mariano del Divino Amor, al sur de Roma, donde dirigió la oración del rosario e hizo un llamamiento para que el mundo "sea librado de las guerras y del terrorismo".
El Pontífice se trasladó al santuario para abrir de forma solemne las prácticas marianas de mayo con la oración ante la imagen de la "Madonna" del Divino Amor, una de las más veneradas por los romanos. En un breve discurso tras el rezo, el Papa subrayó que "hoy hay necesidad de conversión a Dios, a Dios Amor, para que el mundo sea librado de las guerras y del terrorismo"."Nos lo recuerdan lamentablemente las víctimas, como los militares muertos en Irak", subrayó, en referencia al atentado de hace cuatro días.