¿Cuáles son los verdaderos objetivos que debo tener para con mis seres queridos o con mi familia? Ahora analicemos lo que significo. Inicialmente mi familia: fueron nada más y nada menos que mis padres aquellas personas que me dieron el milagro más grande del universo: la vida.
Nos alimentaron, nos amaron, nos vistieron, nos obsequiaron esa primera muñeca o ese carrito de madera, y nos educaron hasta donde pudieron o hasta donde nos dejamos educar y nos lo dieron todo hasta con algunos errores propios de la época en que nacimos.
De repente, de la noche a la mañana aquellos seres queridos que todo nos lo dieron, se convierten de dadores en recibidores de todo. Y se convierten con la edad en una carga económica porque hoy por hoy tomanos como una carga el ayudarles, a quienes tenemos la obligación de ayudar simplemente para retribuirles lo mucho que nos dieron.
Y puede suceder que de gente linda y feliz, los vemos convertirse o mejor, los convertimos en muebles viejos y enfermos. Entonces también sucede que podrá ser un cheque a regañadientes, el único vínculo que nos une con quienes deberían ser lo más sagrado que tenemos en la vida. Pregunto: cuánto hace que nuestros padres no reciben un abrazo y un beso? Ni una amable visita larga de sus hijos.
Qué bueno sería volver a nuestros padres para decirles cuánto los queremos, qué bueno fuera que no esperáramos el momento en que ya no estén, para lamentarnos por lo que no hicimos por ellos en vida. Enseñémosle a nuestros hijos que ellos tienen obligaciones con sus padres para que mañana no les pase a ellos lo que puede estar pasándoles a nuestros muy queridos padres.
Y como de los padres vienen los hijos, es sumamente importante preocuparnos por participar y apoyar moralmente en el trabajo y metas en que participan a diario nuestros hijos. Si no les has dado un fuerte abrazo y un gran beso últimamente, no dejes de hacerlo hoy.