La muerte del agente secreto italiano Nicola Calipari, por disparos de militares norteamericanos en marzo en Bagdad, es un "trágico accidente" y no se tomarán sanciones disciplinarias contra los autores de los tiros, según un informe del ejército estadounidense publicado el sábado.
Calipari murió cuando intentaba proteger a la ex rehén italiana y periodista Juliana Sgrena de los disparos de militares estadounidenses contra el automóvil en el que viajaban por la carretera que va al aeropuerto de la capital.
"Es un trágico accidente y la Fuerza Multinacional en Irak expresa su más profundo pesar a la familia de Calipari", afirma un comunicado que cita las conclusiones de la investigación dirigida por el general Peter Vangjel.