La íntima voz de Norah Jones y su maestría al piano convirtieron el Hammersmith Apollo de Londres, durante cuatro noches consecutivas, en un cálido templo de jazz, blues y country para la presentación de su segundo disco, "Feels like home" que tan sólo en una semana ha vendido más de un millón de copias en todo el mundo.
La joven cerró el martes su última noche en el Apollo con un lleno total y encantada de "haber pasado unos días en Londres", donde llegó acompañada de su banda habitual, compuesta por un contrabajo, dos guitarras, teclados y batería.