Las enfermedades cardíacas están matando cada vez más gente en los países pobres. A diferencia de Estados Unidos, pocos países están trabajando para ayudar a la gente a dejar de fumar, a comer dietas más saludables y a realizar ejercicios.
El resultado es que la gente está muriendo joven, en sus años económicamente más productivos. La pérdida de trabajadores de edad media afectará la economía.
Antes este tipo de enfermedades afectaba principalmente a los países ricos, pero ahora también afecta a los países pobres.