En Londres, Britney Spears comenzó su gira europea, con la que aspira a conquistar a un público mayor. Pero los periódicos y los críticos de música y espectáculos la criticaron hast ala saciedad, diciendo que es una chica muy vulgar.
Un vistazo al público que llenó el Wembley Arena dejó en claro una cosa: sus fans siguen siendo adolescentes. Entre los 12 mil espectadores predominaban las adolescentes con el ombligo al aire, muchas acompañadas de mamá y papá.