En Nueva Italia, corregimiento de Nueva Providencia, en la provincia de Colón, Severino Cedeño se dedica a moler caña desde las últimas horas de la madrugada hasta el amanecer en una actividad que desarrolla desde hace años y que hace del lugar, un rincón del interior del país.
Con la caña cortada, cosechada en su propia finca, Cedeño y su hijo del mismo nombre preparan el área de trabajo con un caballo al que le cubren el rostro y que debe dar incansables vueltas alrededor de la máquina moledora para sacarle el jugo.
DE INTERES: 55 PRODUCCION
Mientras da vuelta el animal, Severino coloca la caña y su hijo lo ayuda para producir 55 galones de jugo y luego proceden a cocinarlo para hacer miel.