La capital colombiana está de luto por la tragedia provocada por una pesada máquina trituradora de asfalto que mató a 22 niños y un adulto, al aplastar el autobús escolar en que viajaban.
En el Instituto de Medicina Legal se registraron escenas desgarradoras con los padres y familiares de las víctimas, quienes entre llantos averiguaban sobre el destino de los niños.
"Muchos murieron de lesiones masivas y muy rápidamente", dijo el médico forense Máximo Alberto Duque, quien practicó autopsias a 22 cadáveres de niños entre 5 y 16 años y de un adulto de 56, que viajaban en el vehículo.
Por otro lado, otra persona murió y otras 33 resultaron heridas al caer por un abismo otro autobús con escolares en Tona, nordeste de Colombia.
Finalmente, trece escolares y tres adultos resultaron heridos al chocar un transporte escolar y un autobús público en una calle del este bogotano.