La policía indonesia volverá a detener al líder radical musulmán, Abu Bakar Bashir, cuando quede en libertad el viernes.
Bashir cumplió una condena de dieciocho meses por haber transgredido las leyes de inmigración. El clérigo es visto como el líder de Jemaah Islamiyah, a la que se le responsabiliza por el sangriento atentado cometido en la isla de Bali, que dejó un saldo de doscientos muertos hace un año y medio.