La noche del miércoles fue mezquina… no tenía estrellas ni luna, tampoco mucha fanaticada en el Rommel Fernández y para rematar algunos bostezos causados por el partido entre Panamá y Bermudas.
Y es que lo que demostró la selección nacional de fútbol en el primer tiempo ante su rival no es ni la sombra de lo que se quiere para la eliminatoria mundialista.
Fue una noche preocupante, hasta cierto punto, por lo acontecido en los primero 45 minutos, donde no hubo brillo ni en el cielo ni en la cancha, además no se pudo entender ciertas cosas del funcionamiento del elenco, que permitió la ventaja del contrario 1-0.
Ahora, así como se critica la primera parte, en la segunda se mejoró considerablemente y lo más rescatable fue que el elenco supo regresar de un marcador adverso, ante un tímido rival.
Panamá, es cierto, presentó un buen accionar ofensivo al marcar cuatro tantos, pero también debemos medir las oportunidades que se desperdiciaron y otras veces que se abusó del toque.
Otro punto a reconocer es que este no es el equipo que jugará la eliminatoria. Por lo menos, habrá cambios drásticos en el arco, en la defensa y en el medio campo.
Adelante, "Patón" marcó dos goles, pero normal ante este rival. Julio puso un cabezazo al fondo y el tanto de Tejada fue el que más me gustó.
Pero no creo que de este elenco sobrevivan muchos. Al final la selección tendrá su portero, ya sea Ricardo James o Donaldo González.
Sumado a variantes claves como Alberto Zapata, Felipe Baloy, Tito Guardia, Alberto Blanco, Roberto Brown y "Chalate" Torres, que aunque nadie tiene su puesto seguro, se sabe de antemano de su calidad y capacidad.
Al final uno puede quedar satisfecho con la victoria 4-1, pero hay que ver qué le pasa a esta misma selección mañana ante Guatemala, pues ya falta poco para el inicio de la eliminatoria y nadie quiere sorpresas.
Sorpresas como ese primer gol de Bermudas, que si pasa con un rival de más peligro y se hecha atrás sería una dura prueba para la selección, por suerte fue un fogueo donde se practica el factor ensayo.
Y es que aunque la noche no tenga estrellas el pueblo panameño tiene derecho a ver brillar a su selección, aunque no seamos el Real Madrid y el rival no se llame Barcelona.