Daniel Loasiga, de 44 años, trató aparentemente de defenderse de su asesino porque en la mano derecha apretaba un objeto punzo cortante que no pudo utilizar.
El trágico hecho ocurrió en la barriada Loma Bonita, sector El Redondel, Cativá, en la provincia de Colón, aproximadamente a las 2: 30 de la madrugada de ayer, jueves.
El cuerpo estaba acostado en el pavimento con algunos hierros viejos encima y una tapa de un abanico. Aparentemente lo mataron cuando llegaba al pequeño cuarto que había construido su madre.
Su hermana Yoli dijo que Daniel reparaba abanicos y conseguía piezas para vender.
Cinco niños quedaron huérfanos con esta muerte.
La hermana dijo que sólo conocía que a veces algunas personas se habían molestado con él, "pero en realidad no sabemos qué pasó para que lo asesinaran".