"La mordí primero", dijo Andrés Gardin, de 57 años, quien relató cómo atrapó una serpiente Bocaracá escondida cerca de las instalaciones de la procesadora del Residencial José Dominador Bazán, antiguo Davis.
"No le temo a nada ni a nadie sólo a Dios", dijo el famoso "pela cocos", que usa sus dientes para ello, y quien camino a su trabajo se encontró el reptil que tiró tres veces para morderlo.
Dijo que buscó un madero y la enrolló para agarrarle la cabeza.
En 15 minutos el veneno de esa culebra mata a su víctima.
"Yo peleo con lagartos y cocodrilos que los saco al estilo de Tarzán. Recuerdo que una vez le mordí el dedo a un señor y se lo arranqué y tuve que pagar unos mil 500 dólares de multa".