La espesa neblina que arropaba la cima del Volcán Barú y algunas gotas de lluvia que caían como hielo sobre las personas que acudieron a celebrar el Día Mundial de la Tierra, no fueron impedimento para que se celebrara el pasado sábado, la primera misa en el punto más alto de la República de Panamá, por gestión de la Asociación para La Conservación de la Biosfera con sede en Boquete.
El pequeño cuarto con calefacción que utilizan miembros de la Policía Nacional que custodian las torres instaladas en el volcán, fue el escenario para que el sacerdote, Dionisio Cruz, oficiara la eucaristía con la participación de más de 20 personas de diferentes puntos de la provincia de Chiriquí, incluso de la región de Veraguas que asistieron al acto religioso e histórico.
Antes ya los participantes ascendían hacia los 3 mil 474 metros sobre el nivel del mar, unos a pie, otros en carro o tractor, para formar parte del ritual católico y tener la oportunidad de firmar en la lista de partícipes de la celebración espiritual.
La finalidad de este episodio de encuentro con Dios en la cima del Volcán Barú, celebrando el Día Mundial de la Tierra, según Ezequiel Miranda, presidente de la asociación ambientalista, es lograr el llamado de atención a las autoridades, sociedad civil y organizaciones, para que se den cuenta que hay que hacer algo urgente para seguir preservando nuestra tierra.