El Comando de la Aeronáutica de Brasil inició una investigación para determinar si las 161 granadas de mano de alto poder encontradas esta semana en poder de narcotraficantes fueron desviadas de alguno de los cuarteles de esa fuerza armada, se informó.
El viernes, la entidad ya había informado en una nota oficial que una primera averiguación desestimó la posibilidad del desvío de las granadas de las reservas de la Aeronáutica, pero igualmente se decidió por la apertura de una investigación formal.
Las 161 granadas encontradas el pasado martes en una casa de Rio de Janeiro -junto a ocho minas terrestres antipersonales y abundante munición- se convirtieron en el centro de una polémica luego de los esfuerzos iniciales para determinar su origen.
La empresa fabricante de las granadas, la compañía brasileña RJC Aeroespacial, afirmó el viernes que el examen de los números de serie indicó que los explosivos encontrados en poder de narcotraficantes eran parte de un lote de 8.500 unidades comprado por la aeronáutica.
En tanto, el Comando de la Aeronática respondió que una consulta a todos los cuarteles de la fuera aérea en el país permitió verificar que todas las granadas "están en sus debidos lugares, sin que se haya constatado desvío de unidades".
Ante la discrepancia, la Fuerza Aérea pidió formalmente a la Policía Civil de Rio de Janeiro permiso para analizar las granadas.
En tanto, el Centro de Comunicación Social del Ejército, negó igualmente que las ocho minas terrestres antipersonales también halladas en el polvorín de los narcos hayan sido robadas de algún cuartel.
En nota oficial, el Ejército admitió que posee "cerca de 16.000 minas terrestres utilizadas para entrenamiento de militares que participan en misiones de paz".