Un FC Barcelona inteligente se impuso por 2-1 como visitante a un Real Madrid con diez jugadores que no supo aprovechar las ocasiones de gol del primer tiempo ni contener al adversario agrandado por la expulsión del portugués Luis Figo en el minuto 68, hasta entonces el mejor del campo.
El brasileño Ronaldinho, que en el primer tiempo no se lució, terminó siendo la pesadilla del Real Madrid con sus ataques imaginativos y peligrosos, en el clásico español de la jornada 35, que aleja al equipo blanco del título.
El primer tiempo estuvo cargado de emociones, después de un arranque eléctrico del dueño de casa. Si bien el visitante, el FC Barcelona, puso el temple y el dominio del balón, su rival puso el nervio y la presión.
El segundo tiempo anunciaba un guión distinto. El Real Madrid siguió atacando y en el 53 el inglés David Beckham sacó un córner, la defensa despejó como pudo y Solari recogió el balón y lo disparó fuerte y seco con la zurda, marcando el primer gol. El estadio se vino abajo.
El técnico del FC Barcelona se vio obligado a hacer cambios. Entró el holandés Patrick Kluivert por el argentino Javier Saviola --inoperante-- y el asturiano Luis Enrique por el holandés Marc Overmars.
Kluivert no esperó para aprovechar la oportunidad, después de muchas fechas sin jugar y marcó cinco minutos después, en el 58, el gol del empate.
Diez minutos después fue expulsado Luis Figo, por dos tarjetas amarillas.
Ronaldinho se soltó a partir de ahí. Kluivert ganó todo por alto y llevó continuo peligro al área madridista. A falta de cinco minutos, el brasileño le envió un globo el balón a Xavi, que no dudó en disparar y marcar el gol del triunfo.