El hospital principal para recepción de víctimas de la desastrosa explosión de trenes la semana pasada en Ryongyong, Corea del Norte atendía a las víctimas jóvenes sobre gabinetes metálicos debido a la escasez de camas y problemas con el instrumental médico.
Mientras los socorristas evaluaban los daños, 11 camiones cargados de carpas, frazadas y fideos secos cruzaban la frontera a Corea del Norte, parte de ayuda por valor de 120.000 dólares a la zona afectada. Japón y Australia también ofrecieron ayuda.