Panamá propuso en la XIII Cumbre de la Unión Europea y el Grupo de Río, que concluyó anoche en Santo Domingo, un canal de cooperación de dos vías para enfrentar los problemas energéticos de ambos bloques y superar las desigualdades sociales y la pobreza que afectan a Latinoamérica.
"Ya se han hecho suficientes diagnósticos; es hora de adoptar decisiones concretas en un tema que impacta por igual a los países desarrollados y los países en desarrollo", dijo el vicepresidente Samuel Lewis Navarro, en el marco de la cumbre que reunió a medio centenar de gobiernos de Europa y América Latina.
"Lo que se requiere de los países desarrollados de Europa, es inversión, financiamiento, transferencia de tecnología. Mientras que América Latina puede producir biocombustibles, contribuir a resolver los problemas energéticos de Europa y, adicionalmente, solucionar los problemas regionales de pobreza y desarrollo social", resaltó.
Los europeos propusieron como meta aumentar en la próxima década en un 20% el uso de energías alternativas, por lo que América Latina está en una posición privilegiada, a partir de la experiencia de Brasil, para producir gran parte del consumo de Europa.
Los delegados europeos también manifestaron su "satisfacción por el acercamiento gradual de Panamá" al Sistema de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y dieron un nuevo impulso a las negociaciones de un acuerdo de asociaron con la región.