La pequeña aldea de Souvenance, en el noreste de Haití, se ha convertido durante los últimos días en el epicentro del culto al vudú en este país caribeño.
Como es tradición desde hace más de 150 años, cuando llega la Semana Santa cristiana, centenares de personas se desplazan a Souvenance para asistir a una de las ceremonias de iniciación más famosas de Haití, que dura varios días.
Los rituales comienzan el Sábado Santo por la noche, cuando decenas de "ounsis", mujeres y hombres vestidos de inmaculado blanco, se dirigen al "lakou" o recinto espiritual del vudú después de haber pasado algunas horas en una sala interior del templo invocando a los espíritus.
Al ritmo de la música de los tambores de piel de vaca, que con destreza y sin descanso tocan los maestros tamborileros, los "ounsis" comienzan a dar vueltas al recinto entre cánticos.