El Gobierno israelí ha decido limitar la respuesta inmediata al atentado que causó ayer nueve muertos y decenas de heridos en Tel Aviv a una sanción contra diputados palestinos de Hamás que viven en Jerusalén Este.
Tras una reunión, un portavoz gubernamental indicó que el Ejecutivo mantendrá la lucha contra el terrorismo y que no hará distinciones entre Hamas, al que considera "una entidad terrorista", y otros grupos palestinos.
No obstante, la única respuesta declarada al atentado es la "revocación de los derechos de los diputados de Hamas", es decir la pérdida de derechos sociales adquiridos y la necesidad de mudarse a Cisjordania.