Una niña chilena de 13 años se convirtió en la primera víctima de una violación en solicitar la Píldora de Anticoncepción de Emergencia (PAE), conocida como "píldora del día después", cuya entrega anunció en la víspera el Gobierno para quienes hayan sido abusadas sexualmente.
La menor llegó acompañada por su madre, Silvia Cárdenas, hasta el Servicio de Salud de la comuna de Conchalí de esta capital, solicitando el medicamento y ayuda psicológica para su hija tras sufrir el ataque sexual de dos hombres.
El subsecretario del Ministerio de Salud, Antonio Infante, señaló el lunes que la píldora que interrumpe el embarazo se entregará a las mujeres que acudan a los consultorios o postas de urgencia y denuncien haber sido abusadas, para evitar un embarazo no deseado.
La familia llevó a la adolescente al Servicio Médico Legal, donde se confirmó la vejación sexual y más tarde denunciaron el hecho ante la policía de Carabineros, que entregó los antecedentes a los tribunales.
La doctora María Luisa Saldivia, directora del centro médico que revisó a la niña, indicó que está recibiendo atención física y sicológica.
Agregó que por falta del medicamento en el establecimiento, se entregó una receta para que su familia pueda comprarlo.
El doctor Carlos Aranda, director del citado servicio de Salud, informó a Radio Cooperativa que su repartición aún no cuenta con la píldora levonorgestrel o Postinor 2 que está adquiriendo el Gobierno, "pero podemos disponer de medicamentos similares".
Infante dijo que junto con recibir el medicamento la mujer abusada tendrá acceso a prestaciones anexas, como tratamiento psicológico y exámenes para prevenir enfermedades de carácter sexual.
El anuncio del Gobierno reactualizó el debate ético sobre el tema y el profesor de Bioética de la Universidad Católica, presbítero Fernando Chomalí, dijo que la mujer violada no puede atribuirse el derecho de "terminar con la vida" si es que resultó embarazada de su victimario.
Para el médico ginecólogo y presidente de la Asociación de Protección de la Familia (Aprofa), Guillermo Galán, éste es un derecho que la mujer debería tener desde hace mucho tiempo.
"Encuentro que es terrible que la mujer no tenga derecho a impedir, ni siquiera estoy hablando de interrumpir, si no a impedir un embarazo después de haber sufrido una violación", enfatizó.