Hoy jueves en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, se debatirá la resolución promovida por Estados Unidos sobre si se violan las libertades individuales en la isla socialista.
Este tema, controversial por las presiones foráneas contra el régimen castrista, se ha convertido en un "pull" de fuerzas entre simpatizantes de La Habana y la política del mejor postor que promueve George W. Bush desde Washington. Empero, de hecho, ya la disidencia cubana en Florida da por perdida la acción ante la postura de varios países latinoamericanos en contra de esta maniobra.
El texto fue presentado por Honduras, hoy aliada de EU en la guerra intervensionista de Irak, y lamenta los hechos ocurridos el año pasado en Cuba, en referencia a la ola represiva que llevó a la cárcel a unos 75 disidentes, en su mayoría periodistas, y pide a la isla que evite medidas que amenacen los derechos fundamentales, la libertad de expresión y el derecho a procesos judiciales correctos.
Por supuesto, La Habana ha denunciado que los proyectos de resolución sobre la isla pretenden justificar el embargo económico impuesto hace más de 40 años.
Esperemos que pronto se acaben este tipo de diplomacia, que promueven desde el norte, contra los cerca de 11 millones de cubanos que sobreviven a un bloqueo económico que asfixia cualquier acercamiento entre La Habana y Washington.