La tercera edad, por muchos años postergada e incomprendida, ha sufrido en las últimas dos décadas, transformaciones en su consideración y evolución.
El aumento de la esperanza de vida y la creación de instituciones de instrucción y motivación del "adulto mayor" ha creado una luz de esperanza en la dinámica productiva, en este grupo que por muchos años se consideró improductivo.
El Gobierno anterior, reconoció la importancia que merece el "adulto mayor" a través del Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia, realizando un diagnóstico y proyecciones a nivel del grupo de la 3ª. edad.
Esa información de valiosa importancia, debe ser recogida y analizada por el Gobierno actual, para elaborar proyectos y programas que mejoren el nivel de vida del "adulto mayor" y que siga cumpliendo el rol activo en la productividad con injerencia en el desarrollo del país.
El establecimiento de complejos de salud para la especial atención de este recurso, permitirá aumentos en la longevidad, lo que permitirá contar con personal de experiencia y activo en el proceso productivo nacional.
Como parte del desarrollo en el siglo XXI, no podemos ignorar ni dejar de lado el importante papel que juega el "adulto mayor" en nuestra sociedad actual.
Existe una variedad de áreas en nuestra realidad cotidiana, que podrían ser apoyadas por este recurso en programas diseñados para tales fines.
El adulto mayor siente la necesidad de contribuir con el bienestar y la productividad social, y es un miembro realizado de nuestra colectividad que desea seguir colaborando y brindando lo mejor de su conocimiento y experiencia.
Enfoquemos nuestra atención hacia el adulto mayor en función de los mejores intereses de nuestra patria.