En los últimos años, hemos visto como las intervenciones de fuerzas militares occidentales se han recrudecido y aumentado sobre aquellos países que representen un peligro para la seguridad mundial especialmente en el medio oriente y Asia. Por lo menos así se podría interpretar la realidad vista desde la perspectiva de occidente y sus aliados.
Por otro lado, probablemente los países árabes y asiáticos que se sienten agredidos por esta política bélica, no conciben como el "mal" o los "infieles" occidentales se creen dueños del mundo y deliberadamente atacan sus tierras sin tener pruebas concretas sobre la existencia de arsenales militares o de vinculación alguna con actos de terror afectando así a la población civil que no tiene nada que ver con los asuntos militares. Posiblemente así lo ven ellos desde su perspectiva.
Definitivamente que va a requerir de mucho esfuerzo, creatividad, y voluntad por parte de los líderes mundiales el lograr alcanzar fórmulas de paz que logren evitar estos conflictos que de alguna forma u otra afectaran el bienestar de la población mundial (unos mas que otros).
Sin embargo, quisiera en estos tiempos en los cuales se conmemoran los 100 años del natalicio de ese gran visionario llamado J. William Fulbright, hablar de una fórmula de paz que él promovió después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta fórmula ha producido a través de los años ciertos frutos pero pienso que la misma requiere de un apoyo internacional para masificarse y así consolidar el ideal que la gestó.
En el año 1945, el entonces senador estadounidense Fulbright, propuso al Congreso de su país la creación de un programa de becas que promoviera un entendimiento mutuo entre la gente de los Estados Unidos y las naciones del mundo.
Esta iniciativa fue aprobada y desde entonces aproximadamente más de 250,000 personas entre estadounidenses y personas de otras nacionalidades han tenido la oportunidad de poder entender otra cultura diferente a la suya a través de estudios o investigaciones realizadas o durante la experiencia de enseñar sobre algún tópico profesional a otras personas.
La iniciativa ha permitido que miles de estadounidenses se hayan sumergido dentro de culturas de otros continentes y a su vez otros miles, no estadounidenses, nos hemos beneficiado no solo de adentrarlos en la cultura norteamericana pero de conocer más de nuestros países desde otra perspectiva.
Lo que busca este tipo de intercambio profesional y cultural es lograr esa empatía entre ciudadanos de diferentes culturas para lograr así un entendimiento de opiniones y perspectivas mutuas que redunde en la resolución de conflictos entre naciones.
Lo que planteamos es que quizás al nivel de alguna organización tal como la ONU, se puede gestar un comité u organización que promueva en todos sus afiliados la creación de un fondo para becas e intercambios culturales en materia de investigación o profesorados para que personas con altos perfiles de liderazgo, puedan intercambiar conocimientos y experiencias en otros países con religiones o desenvolvimientos históricos diferentes al suyo.