La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones, que origina dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de la movilidad del cuerpo. A veces se acompaña de otros problemas en diferentes órganos del cuerpo.
Es una enfermedad autoinmunitaria, esto es que el propio sistema inmune ataca a las articulaciones porque no las reconoce como propias y por ello se inflaman. Parece haber ciertas proteínas en la superficie de las células que se trasmiten por herencia familiar y predisponen a esta enfermedad. Pero también hay ciertos alimentos que desencadenan como lo son: las proteínas lácteas, el maíz, el trigo, los cítricos, los huevos, las carnes rojas, el azúcar, las grasas, la sal, la cafeína y plantas solanáceas como las patatas y las berenjenas.
Pero hay alimentos que usted sí puede ingerir y son favorables a su salud, por ejemplo el pescado azul, este es rico en ácidos grasos omega 3, y esto lo contienen las sardina, atún, el arenque, etc, los mismos ayudan a reducir la inflamación de las enfermedades de las articulaciones.
Todas las verduras y hortalizas de hojas verdes son muy convenientes. Todas ellas contienen vitamina C, con propiedades antioxidantes que neutralizan el daño que los radicales libres ejercen sobre las articulaciones. Contienen también calcio y ácido fólico. Es mejor no cocinarlas demasiado para que no pierdan estos componentes. Alimentos convenientes son, por ejemplo, las coles, coles de Bruselas, las lechugas, el bróculi, las acelgas, el apio, los espárragos, pepinos, perejil, etc. Otras hortalizas, como las zanahorias, por su riqueza en betacarotenos, son muy convenientes en la dieta de los artríticos. Además de las verduras y hortalizas, una dieta variedad con abundantes frutas es muy conveniente en la dieta de los artríticos. Alimentos muy convenientes son las manzanas, los plátanos, los melones, las sandías, las fresas, los aguacates, o las cerezas. El uso de cereales no refinados y sus derivados es también muy adecuado para los enfermos de artritis.
La leche de soja constituye una alternativa a la leche de vaca, especialmente en aquellos enfermos de artritis reumatoide que presentan intolerancia a esta última. Además de esta leche hay que mencionar como útiles sus derivados yogur de soja, carne vegetal, etc.