El ajo puede ser el remedio vegetal con más propiedades demostradas experimentalmente. Las fructosanas son diuréticas. El aceite esencial es amebicida, antiagregante plaquetario, antibiótico, antifúngico, antihipertensivo, antiviral, bactericida, depurativo, desintoxicante, estimulante de las defensas (aumenta la actividad de linfocitos y macrófagos), hipoglucemiante, hipolipemiante (inhibe la síntesis de colesterol y triglicéridos), hipoviscosizante (reduce la viscosidad plasmática), normalizador del funcionamiento digestivo, regulador de la flora intestinal, tonificante general del organismo, vasodilatador periférico y vermífugo (antihelmíntico, expulsa los gusanos intestinales).
El consumo de ajos en grandes cantidades puede producir irritación intestinal.
MODO DE EMPLEO
Ajo crudo, polvo en cápsula, tintura, extracto fluido, extracto seco y aceite en perla. En tratamientos de larga duración, solo o con otras plantas reguladoras de la tensión (olivo, espino blanco, muérdago) y suplementos nutricionales.
Uso externo fresco, en aceite, enema y en ungüentos con plantas analgésicas y antiinflamatorias.
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