"Yo tengo miedo", le confesó horas antes de su muerte, Omar Córdoba Hurtado, "El Decapitador de Coiba" a su madre, Carmen Ferrer.
Muchas versiones se tejen tras el crimen de Córdoba Hurtado, desde las celdas del pabellón 13 de La Joyita.
Las versiones señalan una posible venganza por la decapitación de Coiba ocurrida en 1998 o por su participación en el robo al Banco General.
Un testigo ocular preso en La Joyita, aseguró que fue un pandillero quien le disparó con el arma calibre 38 a Córdoba, cuando se encontraba viendo el juego de béisbol entre Panamá Metro y Chiriquí en la celda 3 de La Joyita, donde se le prometió seguridad.
Los tiros provinieron desde afuera de la celda. El individuo que aparece como sospechoso del asesinato, estaba recluido en el mismo pabellón, pero en la celda 11, por lo que alguien permitió que este joven, pudiera salir de su recinto antes de la medianoche del pasado viernes, cuando se ejecutó el crimen.
Omar Córdoba Hurtado, conocido como "Caña" o "El Decapitador de Coiba", tenía la garantía de un amigo detenido en el pabellón 13, mayor que él en edad, a quien llamaba "Viejo" o de cariño, le llamaba "Tío"; él le prometió que estaría bien resguardado.
Dos días antes de su muerte "Viejo" le garantizó a "Caña" que podía permanecer en el pabellón 13, por lo que decidió hacer una solicitud escrita para que se realizara su traslado desde el pabellón 7 donde permanecía esposado. Este cambio se cumplió el pasado miércoles 1 de abril y "Caña" fue llevado a ver la celda del pabellón 13, donde permanecería hasta el día de su muerte.
"Caña" estaba molesto el viernes 3 de abril, había recibido a su madre Carmen Ferrer en la visita carcelaria, pero anterior a esto, estuvo tratando de que las autoridades del Centro Penal le permitieran que cuatro conocidos le sirvieran de guardianes, ya que presentía que lo querían matar.
La versión del testigo indica que esto no se lo permitieron, lo que causó su ira, mantuvo una discusión por celular. "Caña, estaba bravo".
La fuente consultada sostuvo que tenían los dos que salir de esa celda y del pabellón 13, porque los iban a matar.
Todos conocían que hace tres semanas en la celda 1 del pabellón 13, también fue herido de bala un detenido, por lo que el arma de fuego se mantenía en el lugar.
Al conocer el pandillero homicida de la solicitud de "Caña", para que se le permitiera tener cuatro cuidadores, tuvieron un enfrentamiento y se dijeron algunas frases. El ingreso de "Caña" al pabellón 13, denotaba la presencia de una persona que podía llegar a liderar en el área con más reclusos, lo que no fue bien visto por el sujeto que preparaba su asesinato.
Esa noche transcurrió normal, "Caña" conversaba con "Viejo", mientras fumaba y comentaba el juego de béisbol, además, confiaban que ayer ambos serían trasladados al centro penal La Joya, como lo había solicitado su defensa.
La fuente consultada dijo que ya él estaba dormido, sólo se escucharon las detonaciones y cuando cayó "Caña" al piso producto de los disparos, al igual que otro recluso identificado como Hipólito Avilés, quien también resultó herido.
Desde el pabellón 13 de La Joyita, como en el pabellón 1 de La Joya donde permaneció por doce años detenido Omar Córdoba Hurtado antes de su fuga, la versión del crimen apunta a un encargo o encomienda para asesinarlo. Por el "trabajo" se pagó una cifra que supera los B/10 mil. Sus familiares sostienen que a "El decapitador de Coiba", le hicieron una cama en su propia celda.
QUERELLA PENAL
Javier Justiniani y Eder González Caballero, abogados de "Caña", interpusieron una querella penal contra el director del Sistema Penitenciario Nacional, Luis Gordón y señalaron que un sargento de la Policía Nacional que custodiaba el lugar, dijo que Córdoba debía estar muerto.
Córdoba Hurtado confesó en la declaración indagatoria a la Fiscalía Auxiliar, su participación en el último acto delictivo en el que incurrió cuando en marzo robó junto a otras cuatro personas el Banco General de Plaza Carolina.
INVESTIGACION DEL CRIMEN
La Personería de Chepo envió a la Fiscalía Auxiliar el informe de Criminalística y de la Dirección de Investigación Judicial en torno al homicidio.
Por su parte, ya la Fiscalía realizó la diligencia de inspección ocular en La Joyita y se tomó la declaración jurada al custodio policial que estaba en el pabellón 13, al momento del crimen. Aún no se ha tomado declaración al herido, Hipólito Aviles, quien permanece recluido en el Hospital Santo Tomás.