No tengo nada contra Bosco Ricardo Vallarino, al cual considero uno de los personajes más emblemáticos de Panamá. Su personalidad polémica, desde que fue figura televisiva de presentador de noticieros en Telemetro Canal 13, hasta bailar por un sueño, lo ha convertido en una estrella del espectáculo político actual.
Sin embargo, la coyuntura del 3 de mayo de 2009, en donde casi acaricia la Alcaldía de la Ciudad de Panamá, con un virtual empate técnico con Bobby Velásquez del PRD, ha permitido florecer la tesis de la invalidez de la candidatura del opositor panameñista, pues tiene doble nacionalidad.
Peor aún, renunció a la nacionalidad panameña para votar en 1996 en las elecciones de los Estados Unidos de América.
Para algunos, Bosco Vallarino es el panameño "traidor" que se subió en una tanqueta del U.S. ARMY durante la invasión de diciembre de 1989... Otros, lo recuerdan por su personalidad bonachona, fiel a los estatus de los Boys Scouts.
Es evidente que la aparición de la duda sobre la nacionalidad panameña de Bosco Vallarino viene ante el repunte de su popularidad en la última encuesta de Dichter & Neira, que a finales de marzo lo colocan en 36% de las preferencias, frente al 43% de Velásquez. El abogado Miguel Antonio Bernal también repunta con un 16% en los potenciales votos por la Alcaldía capitalina.
La Constitución panameña claramente indica que si un panameño renuncia a su nacionalidad, éste pierde derechos civiles importantes como el de la postulación a un puesto de elección popular. Dice el artículo 13 de la Carta Magna que al renunciar tácita o expresamente a la nacionalidad panameña, inmediatamente se pierden todos los derechos como ciudadano, e incluso ejercer su derecho al voto.
La situación jurídica de Bosco tiene un motivo, la persecución política que lo obligó a tomar la ciudadanía gringa. Entre 1988 y 1989, el Gordo bailarín fue amenazado por los militares y su madre fue secuestrada por los seguidores del PRD y del ex dictador Manuel Antonio Noriega. No tuvo otro camino que ir a la Unión Americana.
Observando la perspectiva política electoral, es evidente que a Bobby Velásquez no le conviene bajar a Bosco de la carrera alcaldicia. Inmediatamente, el camino se despeja a Bernal, puesto que sería el candidato de la oposición.
Paradójicamente, Bernal tiene nexos familiares con Bosco. Resultaría en un relevo de mando en el objetivo de evitar que el PRD obtenga su "Cuartel de Invierno", pues ya se sienten que perderán el poder gubernamental el 3 de mayo.
Por casualidad, el pasado viernes Roxana Méndez estaba haciendo proselitismo en la barriada de Don Bosco, en la piquera de los buses de Corredor Sur. Sencilla y menos problemática que Bosco Vallarino, es quizás la persona que deberá asumir la Alcaldía de Panamá, si en los comicios venideros gana la opción del Gordo Baliarín, pues es la suplente del candidato panameñista.
Ojalá el Tribunal Electoral falle de forma transparente en el caso Bosco, pese a que varios de los magistrados tienen afiliación con el PRD. Veremos que pasa en estas semanas decisivas, previas a la elección.